¿No será la vida sólo un tejido de hábitos?
O tal vez, más bien,
somos del mismo material
del que se tejen nuestros sueños.
¡Quién sabe!
¿Será cierto que nuestra pequeña vida
está rodeada de sueños
por ser un arte poético involuntario?
¡Quién sabe!
¿Los que sueñan de día
son conscientes de muchas cosas
que escapan a los que sueñan sólo de noche.
¡Quién sabe!
Mas, ¿sin la ilusión el mundo qué sería? No sé.
Quizá soñar en teoría es vivir un poco
mientras que vivir soñando es no existir del todo.
¡Quién sabe!
¿Y si construyera castillos en el aire,
mi trabajo se perdería del todo
aún colocando las bases debajo de ellos?
¡Quién sabe!
Tal vez deba seguir soñando
porque quien nos roba los sueños
finalmente nos roba la vida
¿O no será que todas las cosas que uno ha olvidado
gritan pidiendo ayuda en sueños?
¡Quién sabe!
Quizá debamos tener cuidado con nuestros sueños
por ser la sirenas de nuestras almas.
No son bagatelas en el aire.
pues, nos cantan, nos llaman.
¿Y si las seguimos jamás retornamos?
¡Quién sabe!
Perdida me encuentro aquí de tanta realidad
quizá porque aunque dejes de creer en ella,
ésta sigue existiendo y no desaparece.
¡Ay! es que la vida es mucho más pequeña
que nuestros propios sueños.
¡Quién sabe!
Será que como los sueños devoran nuestra existencia
finalmente es lo que tienen de bueno,
quizá porque todo lo que vemos o parecemos
es solamente un sueño dentro de un sueño.
¡Quién sabe!
MARiSOL